I - Promover el conocimiento de
las distintas relaciones interindividuales mediatizadas por los
nexos familiares actuales.
II - Mostrar las dificultades
que representan las nuevas coordenadas socioeconómicas supuestas por
la globalización, para aquellas comunidades que aun no hubieran
accedido a sus prerrogativas.
III - Establecer que la “VIII
Conferencia Iberoamericana y II Nacional sobre Familias” se realiza
desde el mundo iberoamericano y que los matices teóricos
provenientes de otros ámbitos culturales amplían las condiciones
teórico-prácticas de la multiplicidad humana contemporánea y sus
Derechos más elementales.
IV - Intentar que los planos
personales, sociales, culturales y económicos se conecten entre si
en esta encrucijada histórica actual, rica en posibilidades que, sin
embargo no llegan a numerosos sectores poblacionales.
V - Reconocer el rol
protagónico de la mujer en la lucha por la reafirmación de los
Derechos Humanos, ante las nuevas alternativas supuestas por la
actual cultura de la imagen, en el comercio, en los roles directivos
y otros propios de tiempo que atravesamos.
VI - Vincular los trastornos
ecológicos con un industrialismo que arrasa la flora y la fauna del
planeta poniendo en estado de máxima peligrosidad al mismo y a sus
habitantes. Extender la conceptualización y praxis de los Derechos
Humanos a la naturaleza.
VII - Reflexionar, situados en
el hecho de que las Conferencias transcurren en una etapa de cambios
de valores: filosóficos, políticos, ideológicos, etc. que las
comprometen en el papel de fortalecer las relaciones humanas,
percudidas por la delincuencia, la violencia sexual, el maltrato
infantil, entre otras variables y en el marco de una población que
envejece en el mundo desarrollado y se multiplica exponencialmente
en el opuesto.
VIII - Entender que los
Derechos Humanos y los Derechos Sociales , tal como se plantean en
la actualidad, requieren de un constante esfuerzo de las
organizaciones y las personas que las integran, para potenciarlos en
el día a día, mantenerlos vigentes y evitar así que caigan en una
alocución vacía de contenido o en una mera expresión de deseos.
IX - Llevar a cabo propuestas
concretas y no meramente teóricas que hagan posible su plasmación en
los sectores, marginados o no, que resultan afectados por un momento
histórico que no atina a evadir los males que, como la pobreza, la
migración forzada, las guerras o los diversos fundamentalismos
(religiosos, económicos, políticos) los sumen en la anomia, la
contradicción, la desesperanza o la violencia extrema.
X - Destacar el papel
fundamental que tiene el orden familiar en el esfuerzo compartido de
potenciar, mantener vigentes y sostener los Derechos Humanos en la
formulación de ese papel trascendente de ejercicio democrático y,
consecuentemente, en la gestión de las Políticas Familiares que se
diseñen para tales fines. A partir de estos Objetivos Generales se
desprenden una serie de Objetivos Específicos de necesaria
complementación
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